miércoles, 30 de diciembre de 2015

Una de rock & roll

Ayer fui a ver a Los Suaves a la sala La Riviera. Un concierto que se anunció como si fuera a ser el último de la banda gallega pero sin decir que lo fuera. Y no, no lo va a ser. Era el último de la gira "la música termina" que da paso a "la traca final" en 2016. 

El caso es que con ese truqui de marketing barato nos liaron a unas 2000 personas, de las que probablemente las más jóvenes fuéramos nosotros con nuestros treinta y muy pocos, para plantarnos un martes de diciembre con ganas de rock en la sala de las palmeras en todo el medio.

El día que amaneció con la noticia de la muerte de Lemmy de Motörhead era buen día para ver una de las últimas exhibiciones casi obscenas de decadencia de Yosi, el cantante de Los Suaves. 

El directo de Los Suaves no es apto para "no fans". Llevan ya unos cuantos añitos, fácil más de 10, que sólo se habla de si Yosi fue capaz de cantar alguna canción entera o si logró tirar el "atrezzo" del escenario que de si el nuevo disco es bueno o malo. 

Y si vas sin saber eso, basándote sólo en los buenísmos discos de estudio que han dejado en tres décadas en la carretera o el espectacular directo "Hay alguien ahí" de 1995 la decepción va a ser morrocotuda. Como la que me llevé yo la primera vez que les vi en directo en un Derrame Rock, allá por 2008. 

Desde entonces, les he visto más veces. Pero siempre en festivales. A ver qué pasaba. A ver si caía la breva y veía un concierto digno. Hasta me enfadaba al ver que no, que otra vez no. 

Ayer no. Iba sabiendo a lo que iba. A decir adiós a un grupo del que, sin ser fan fan fan de esos idiotas irracionales, muchas de sus canciones han sido banda sonora de momentos importantes, o secundarios, de mi vida.

En La Riviera me asaltaron la cabeza ese CD de "Santa Compaña" a mil pelas en una de esas visitas a la capital para comprar en Madrid Rock. Ese recorte de revista del gato negro que durante años decoró mi escritorio en casa de mis padres. Del "K7" del directo que nunca llegué a devolver a mi amigo Jony, y que seguro ahora que su vida es digna de una canción de Los Suaves no echará nada en falta. Del youtube del gorrión "Pardao" en la terraza. De "Mi casa" flasheándome una mañana de agosto en un atasco en la M30. De la noche de San Juan gallega. Y por supuesto de Dolores, la madre que la parió y del 1,2,3 Villalba. 

Ayer iba a eso. 

Pero es que, además, me lo pasé muy bien. Pese a que, efectivamente, había momentos en que pasabas de la risa a la profunda penita de estar viendo la decadencia de un pobre señor mayor enfermo con la actuación del bueno de Yosi. 

El rock&roll es así. 



...y si en los bises me sale con la camiseta del Atleti, mejor. No deja de tener su ironía que, a orillas del Manzanares, precisamente Los Suaves se vistan de rojiblanco.  ...el rock&roll es así. 

martes, 1 de diciembre de 2015

Hibernia, o el increíble encanto de los perdedores

La figura de los grandes campeones siempre es la más atractiva. Pero yo soy de esos extraños que en la NBA se hizo de los Jazz porque no quería que Jordan ganara más cosas, al que nunca le ha interesado especialmente Rafa Nadal y que siendo futbolero, prefiere un Rayo-Athletic que un Madrid-Barça por puro hastío.

No voy a ir aquí de defensor de la figura del "loser". También admiro a muchos ganadores. Les prefiero con algo de toque maldito, como Maradona o Cantona; implicado, como Mohammed Alí o con un toque diferente como Nacho Azofra o Rossi... pero tampoco hago ascos a deportistas políticamente correctos de esos que saben no meterse en ningún charco tipo Pau Gasol o Fernando Torres. 

En algunos entornos hay un discurso anticompetitividad en el deporte que no, que no pienso comprar porque es un rollazo. Ganar y que ese sea tu objetivo, no es malo "per se". Lo bonito y sano, claro, es conseguirlo con unas señas de identidad concretas y que no todo valga para conseguirlo.

"Solamente juegan para ganar, pero siempre con deportividad" que decía la canción de Oliver y Benji...

Pero los perdedores que no dejan de intentarlo... esos tienen un encanto que no se puede igualar. Un toque de romanticismo que, seguramente muy a pesar de sus protagonistas que querrían ser menos románticos pero ganar algún partido de vez en cuando, no se compra con dinero. 


Y en la revista "Gigantes del Basket" del mes de diciembre me han dejado contar una historia de ese tipo. De perdedores que no dejan de luchar. En las mismas páginas en las que aparecen ganadores de todo lo ganable como Stephen Curry, Felipe Reyes, Mike Krzyzewsky u Oscar Schmidt se cuelan nombres absolutamente desconocidos como los de Conor Grace, Martins Provizors, Colin O´ Reily o Lhemon Colbert. 


Son jugadores del Hibernia, el combinado "all star" de la liga irlandesa que ha participado esta temporada en la FIBA Europe Cup, 20 años después de la última aparición de un equipo de la isla en competiciones internacionales. 

Y, a falta del último partido, su periplo en esta competición que tampoco es que tenga un nivelazo tremendo, se ha saldado con derrota tras derrota hasta la derrota final. 

Me puso tras la pista de esta historia uno de mis mejores amigos, emigrado hace tiempo a la Irlanda más rural, Juan (aka "Infame"), todo un  enamorado del deporte más "freak" que te puedas echar a la cara. 

En cuanto me lo contó lo vi: esta historia merecía ser contada. Y a ser posible, en un buen altavoz como es la principal revista de baloncesto de España.

No sé si por convencimiento o por hastío -como el que me generaban a mi Jordan, el Madrid y el Barça- pero el director David Sardinero también apostó por  dejarme contar esta historia.  

Lo puedes encontrar desde esta semana en el kiosco. E imagino que para los irredentes y románticos -a su pesar- jugadores del Hibernia compartir páginas con Curry o el Chacho es como para mi aparecer en la misma mancheta que Antoni Daimiel, Sixto Miguel Serrano, Chema de Lucas, Fernando Martín, Fran Guillén, Antonio Gil o Àlex Gozalbo. 

Y lo mejor: cobrando por este trabajo una cifra justa. Que esto del periodismo deportivo nos apasiona tanto que a veces nos olvidamos de que es algo de lo que vivir. 

lunes, 26 de octubre de 2015

¿Y tú de quien eres, de Magic o de Bird?


Nací el día que Argentina y Bélgica empataban a 0 en el Camp Nou en el Mundial de Naranjito. Con esto voy a que en los 80 no veía baloncesto sino La Bola de Cristal y aún tardarían un tiempo Chicho Terremoto y la Caja Postal en meter las canastas en mi vida. Todo lo que sé de la rivalidad Bird/Magic es por lo que cuentan los cronistas. Y los cronistas de la época.. nos dan mil vueltas a los de ahora. Han logrado que veamos esa época con la devoción del que sabe que eso es muy grande. 

Como jugador tal vez me pegaría más ser Magic: la imagen que tengo de él es la de un genial gordo sonriente. Y eso que mi recuerdo suyo quizá sea más de cuando vino al centenario del Real Madrid que el del showtime Laker. 

Pero por culpa de los Dropkick Murphys y su adictivo punk folk; y porque me tira ese rollito de "garante de las tradiciones" que venden los Celtics... abracé la fe de los orgullosos verdes. Por lo que no podría reconocer nunca en público que prefiero a Magic que a Bird, que me parece un tío algo soso. Como la ciudad de Boston, imagino. Es lo que tiene ser la cuna de la tradición.



Este es el texto completo del que Ignacio Pato toma algunos fragmentos para un artículo en Playground Magazine sobre esta rivalidad entre Bird y Magic. Las preguntas eran "¿Qué significó para ti la rivalidad Bird/Magic en los 80? ¿Cuál te gustaba más o con quién ibas y por qué? ¿Qué crees que simbolizaban ambos?"

Y creo que, para no haber visto jugar a ninguno cuando tocaba, que era en directo, he resuelto bien el tema. Un placer además compartir columna con Quique Peinado y Nacho Ballesteros. 

viernes, 23 de octubre de 2015

Quién me lo iba a decir. "Cabaret" tiene moraleja. Y vaya moraleja.

Los musicales no son precisamente un género que siga al dedillo, pero esta semana tuve oportunidad de ir al teatro Rialto de la Gran Vía a ver "Cabaret". 

Era para un regalo que tenía claro que debía ser un musical, y de los que hay en cartelera ahora mismo en Madrid fue el que más me llamó la atención. Eso de que lo anunciaran como "el musical de Broadway" y que me sonara el título me valió. 

Antes que este sólo había visto "El Rey León" y "Galicia Canibal", que se parecen como  un huevo a una castaña. 

Una superproducción de altísimo presupuesto con el sello Disney en el teatro más grande de Madrid con entradas a 90 pavos que debes comprar con antelación vs un musical sobre la "movida gallega" con canciones de Siniestro Total y Los Limones y el sello Antón Reixa del que pillas entradas con descuento de Groupon o algo de eso...

Por lo que no sabía bien qué esperar de "Cabaret". Y sería quizá el término medio. 



El Rialto es un teatro con un escenario tremendo, pero en las "Entradas Club" (primera planta, no en el patio de butacas) como pilles demasiado centrado te tapa medio show una barra del balcón, y como no sea así estás demasiado ladeado. Y cómodo, lo que se dice cómodo, no es. La relación calidad/precio del teatro es bastante floja, la verdad. 

Pero en cuanto al espectáculo... sinceramente para mi fue una grata sorpresa. Con algún que otro rostro televisivo en el reparto, que siempre da caché a un producción comercial como esta. 

Y en cuanto a cómo es "Cabaret", no son simples números musicales inconexos con un argumento flojo como justificación para poner a canturrear a los personajes, sino una historia sólida y bien hilada que se apoya en buenos números musicales. Algunos tan populares como el "Money, money". 

Ambientado en el Berlín de los años 30, justo antes del alzamiento del nazismo al poder, narra la llegada de un escritor estadounidense a la capital alemana y su particular historia ¿de amor? con una cabaretera inglesa del "Kit Kat Klub". 

El personaje del "Maestro de Ceremonias" es sencillamente bestial. Da el toque absurdo y canalla a un argumento y a unas historias que son mucho más crudas de lo que esperaba. La gran ovación final fue para él, y eso que hubo otros personajes tremendos. 

Porque con este título y siendo un musical de Broadway con tanta trayectoria imaginaba que iba a ser más "light". Más el espíritu puro y duro del cabaret de "dejen sus problemas fuera, aquí venimos a divertirnos". 

Y no. Al final sacas una conclusión. Evitaré spoilers aunque me los pida el cuerpo pero no pienso dejar de compartir esa moraleja que extraje de las cerca de 3 horas de espectáculo: puedes pasar de la política, pero la política no va a pasar de ti. 

Y en estos días inciertos en que vivir es un arte, que la gente pague 60 euros porque le digan eso a la cara, me parece tremendo. 


viernes, 16 de octubre de 2015

"Javier, mete el micro ahí", o como nada es ya lo que era (para bien y para mal)

La verdad es que soy algo repetitivo en las previas de partidos del Estudiantes contra Basquet Manresa 

Uso mucho este vídeo del Estu-Resa de liga regular de la 97-98. Antes usaba otra versión más chunga recortada de un zapping, pero hace poquito la "Sergioteca" de Sergio García Ronrás recuperó esta versión, bastante más digna. 


Canasta desde el centro del campo de Carlos Jiménez sobre la bocina- o probablemente fuera de tiempo, no lo consideraron así los árbitros-, protestas de Luis Casimiro y los suyos, polémica y el narrador del encuentro, el inefable Ramón Trecet, armando la mundial al encargado del micro de pista. "Javier, mete el micro ahí" es un Top10 de los zappings deportivos españoles sí o sí.  

Uso tanto este momento -  además de que porque es apuesta segura estadísticamente hablando poner en Facebook vídeos o fotos de los 80 y los 90, y no sólo de basket - porque no se me olvidará en la vida. 

Porque es un ejemplo muy claro del manido "esto ya no es lo que era".
Primero, que el partido de la jornada fuera un Estu-Manresa. Domingo a mediodía por La 2. 

Segundo, que yo no era abonado y estaba viendo un partido en casa por la tele. Desde que me aboné muy muy muy pocos partidos de Estudiantes me he perdido en casa, amortizaba mis 15.000 pesetas bien. Y desde 2008 que empecé a trabajar en prensa del Estu, seguro que no me he perdido ninguno. 


Tercero, porque fue el último partido con la equipación más bonita que jamás ha vestido el Estu: la azul (no roja, no amarilla, no verde lima, no negra, ni celeste, ni rosa... AZUL ESTU) del cincuentenario. El siguiente fin de semana se hizo oficial el patrocinio de Adecco. 

Y cuarto porque... joder, una canasta así siendo un adolescente no se te olvida en la puta vida. Abracé a mi hermano, bastante menos hooligan que yo, como si hubiéramos ganado la liga.

Aquel Manresa acabó siendo campeón de Liga, en algo que hoy por hoy se antoja imposible: que la liga ACB tenga emoción y llegue una cenicienta y la líe parda de verdad. No ganar en liga regular a un Madrid o Barça reventados de Euroliga, no. Aguantar unos playoffs a cinco partidos.

Tampoco nosotros somos iguales. Y menos mal. Sinceramente, creo que probablemente sí seamos mejores que entonces, porque sabemos más y aunque la inocencia es muy bonita y tal, la veteranía es un grado.

El basket en cambio creo que quizá sí sea mejor técnicamente y tal... pero me da que no ha aprendido nada de los emocionantes años 90. Pero esa ya es harina de otro costal.

lunes, 3 de agosto de 2015

La leyenda de Emilio Segura entra en la eternidad

El pasado mes de marzo escribía esto en este mismo blog sobre "La leyenda de Emilio Segura", y aprovechaba para divagar un poquito sobre la escasa memoria histórica de nuestro baloncesto. 

Demasiado a menudo parece que en la piel de toro se empezaron a meter canastas en los años 80; cuando ya era habitual desde medio siglo antes -sobre todo como bromea mi amigo Sergio Ruiz Antorán @Puertatras "gracias a curas y militares"- y olvidamos historias tremendas sucedidas antes. Como la de Emilio Segura.  

Hoy que me reincorporaba temporalmente a mi trabajo en Estudiantes tras unos días fuera me ha tocado la desagradable tarea de escribir el obituario de Emilio Segura. 

Una vida, y sobre todo una leyenda, de lo más demente. Que una canasta tuya le quite la única liga al "dictador" del baloncesto de tu época para dar el título no a tu equipo, sino a otro club similar al tuyo que quería crecer... ¡es maravilloso! Aquí lo narra Javi Salgado dentro del proyecto #EstuHistoria.  

Segura ha fallecido relativamente joven, a una edad con un número muy demencial también: 69. De la misma edad que otro mito como Aíto García Reneses, junto a quien debutó en el primer equipo de  Estudiantes. 

Emilio compartió con Don Alejandro y con Vicente Ramos, un año menor que ellos, temporadas más que productivas en la cantera.  Cayeron títulos y forjaron una amistad para siempre. Emilio, Vicente y Aíto son tres de los pesos pesados de la Asociación de Veteranos del Estudiantes. 

Tuve varias veces oportunidad de charlar con Emilio, por supuesto de entrevistarle. Era un hombre muy cercano y de gran memoria; y como todos los de esa quinta que nació casi a la vez que Estudiantes, con un tremendo cariño al club y al Ramiro. 

Pero la charla más especial que mantuve con Emilio, sin duda, fue la más desenfadada: en la comida pre-derbi de la peña que lleva su nombre en la que pude entregarle un ejemplar del número 1 de la revista "Tú al Ramiro y yo a Badalona". Su legendaria canasta  protagonizaba un artículo que hicimos el maestro Alonso de Palencia y yo.  El derbi para el que calentamos motores, por cierto, lo ganamos. Fue el del año del descenso. Muy demente todo. 

Emilio no estuvo presente en ninguno de los escasos títulos nacionales de Estudiantes. Ni siquiera fue un jugador especialmente longevo en el primer equipo, sólo cuatro temporadas (entre 1963 y 1967). Pero, en 2001, se convirtió en el único jugador de toda la historia de Estudiantes que -hasta la fecha- tiene una peña oficial con su nombre. 

Una peña compuesta por gente maravillosa que han hecho una tarea impagable para que podamos decir que sí, que al menos en este caso, el habitualmente caínita entorno estudiantil ha sido capaz de reconocer en vida la importancia de las pequeñas grandes historias que hacen del baloncesto y del Estu algo tan bonito. 

Que la tierra te sea leve, Emilio. Ten cuidado, ¡los aros que llevan los angelotes en la cabeza no son canastas para machacar!

lunes, 6 de julio de 2015

Historias de Gigantes

¿Qué decir de lo que supone "Gigantes" para quienes nos aficionamos al baloncesto en los 90? 

En aquellos tiempos en que Internet era cosa de pelis de ciencia ficción -al nivel de que un español fuera campeón de la NBA y la selección del Mundo e igualara ¡dos veces! la legendaria plata olímpica de L.A. - era nuestra dosis de información que devorar de ese deporte que tanto nos gustaba. 

Gigantes es muy anterior a los 90, sí. Pero en los locos años 80, además de hombreras, heroína y rock radical vasco hubo un boom del baloncesto que permitió la proliferación de muchas publicaciones dedicadas  a la canasta. Pero en mi época ya sólo sobrevivía una de esas cabeceras: Gigantes.

Los tiempos siguen cambiando. Donde antes había technopop ahora hay electrolatino, y ahora Internet es el gran reducto de los amantes del baloncesto. Podemos seguir en directo y con estadísticas y comentarios detallados al instante cualquier gran competición, empezando claro está por la antes inalcanzable NBA donde ya es rutina ver triunfar a los Gasoles y compañía. 

Pero ay amigos, sigue habiendo historias que escapan del radar e historias que merecen ser contadas con un poquito de reposo a ese gente que el resultado ya lo conoce pero ahora quiere saber algo más sobre quienes los han protagonizado. Ese es ahora el rol de "Gigantes" en papel. 

Por lo que, dicho esto... ¡para qué regodearme más en qué supone para mi poder debutar en las páginas de Gigantes!

Lo hago con una historia fascinante, la de Juan Vasco. Muchos me dicen ¿quién? y la respuesta rápida es "el que no te sonaba de España 3x3 en los Juegos de Bakú". 

Una historia por debajo del radar mediático de nuestro basket, que me ha permitido acercarme un poco al fascinante mundo del streetball, pero también de las competiciones FEB amateurs pero donde hay auténticos "historiones". Seguid la pista a Juan en twitter, en @jvasco83 , y lo entenderéis. 

Y por supuesto, para entenderlo mejor, te invito a pasarte por el kiosco y reencontrarte con tu adolescente interior volviendo a pedir la Gigantes como antaño. 

Y no podía terminar estas líneas sin darle las gracias a mi tocayo Santi "Mr Qeu" por ponerme tras la pista de esta historia, y al director David Sardinero por darme un espacio para contarla donde merece. En la revista de baloncesto por antonomasia. 

PD: El karma, sin embargo, ha querido que salga Llull en la portada y que el poster sea el Real Madrid CF de baloncesto ganándolo todo. Y que esta pase a ser la joya de mi colección de Gigantes tiene su guasa.

jueves, 2 de julio de 2015

"Cuero y tinta" me dejó con ganas de luchar por mejorar mi profesión... o dedicarme a otra cosa

El pasado miércoles tuve oportunidad de asistir en los cines Palafox de Madrid al prestreno de "Cuero y tinta", un documental sobre periodismo deportivo del director José Luis Sánchez Maldonado.

Y salí del cine con dos sensaciones a la vez completamente contradictorias entre sí: quiero luchar por mejorar mi profesión VS ¿y si me busco un trabajo de verdad y salgo de esto?

"Cuero y tinta" analiza, sin voz en off que valga, sólo a base de entrevistas, el estado de salud actual del denominado periodismo deportivo español.

Los entrevistados son, todo hombres por cierto, actores protagonistas de este popurrí de géneros, estilos y maneras de hacer las cosas en España tan variados como Alfredo Relaño, Santiago Segurola, Josep Pedrerol, Rubén Uría, José Ramón de la Morena, Tomás Roncero, Xabier Ginesta,  Antonio Alcoba, Bernardo de Salazar, Joan Vehils, Santi Nolla, Manuel Oliveros, Ramón Besa y Rafael Lamelas y aportando desde otro punto de vista muy interesante el corresponsal italiano Filippo Ricci (La Gazzeta) el economista José María Gay de Liébana y el psicólogo deportivo Oliver Martínez.

Todo bien hilado y con una producción deliciosa y cuidada (impagables los planos aéreos del estadio del Granada CF un día de partido), con un objetivo claro por parte de su director: "a lo largo de las entrevistas el espectador tiene tiempo suficiente para decidir con quien quiere ir de la mano ya que los roles de cada protagonista están perfectamente delineados".


Y yo, ¿con quién quiero ir de la mano? ¿y con quién voy realmente?

Pues no voy a ponerme purista: entiendo las razones de cada uno.

Comparto el argumento de los más acérrimos defensores del "showtime de taberna" de que el deporte no es un tema serio y que el público se acerca a él para evadirse de los problemas del día a día. Por eso me dedico al periodismo deportivo y no a otros que me parecen además de más aburridos, más delicados e importantes. La responsabilidad es menor si cometes errores. 

Pero por mucho que el deporte sea la más importante de las cosas no importantes, y además a determinados niveles sea indudablemente un reflejo de otras situaciones políticas, económicas, sociales, e incluso culturales... se debe tratar con respeto. No de cualquier manera. Con responsabilidad.  

Y por eso no me gusta nada tratar a la persona que va a acercarse a mi información como si fuera tonta. No entiendo renunciar a hacer las cosas bien.  

Entonces es cuando me entra mi vena guerrera. Vuelve el idealista estudiante de periodismo que salió hace 11 años de la facultad.  

Luego miro a mi alrededor, veo el panorama de crisis total de medios exigiendo clicks y anunciantes apretando las tuercas... veo despidos y cierres.. veo redacciones en cuadro... y veo que hacer las cosas bien es más trabajoso y da menos réditos económicos... Y es cuando pienso lo de "y si me dedico a otra cosa, que este no es mi lugar..."

Pero a lo que vamos: a recomendar a la gente interesada en el periodismo deportivo -muy especialmente a estudiantes que todavía idealizan todo- este interesante acercamiento a la salud del sector. 

Estará emitiéndose en el Artistic Metropol de Madrid los días 3, 4 y 5 de julio; y el día 8 de julio saldrá a la venta en DVD. Hay más información en su web www.cueroytinta.com 


domingo, 21 de junio de 2015

"Mi Plaza Stadium" (colaboración para Deporte de Calle)

"Desde mi balcón", como el título de aquella infravalorada canción de Reincidentes, puedo ver los días que hace buen tiempo a los críos jugando al fútbol en la plaza, de sol a sol. Con el tendedero, la lavadora y un par de macetas comparto un privilegiado palco VIP en un estadio internacional. Chavalitos, y alguna que otra chavalita, de medio mundo persiguiendo una pelota para intentarla meter entre dos palos, en una portería que aquí, en el estadio internacional que no tiene nombre de aerolínea saudí, tiene incluso palos: esta plaza tiene árboles. No hace falta manchar las chaquetas.

Aunque en el barrio hay un club de fútbol de primera división, el equipo que más partidos suele jugar en el “Mi Plaza Stadium” suele ser el FC Barcelona, con dos o tres Neymar Jr a la vez y algún que otro Messi. Todos pulguitas. No es raro ver al otro Barcelona, el de Guayaquil; o al Steaua de Bucarest que tan mal recuerdo trae a los culés veteranos y que no suena de nada a la mayoría de futbolistas de la plaza. Incluso, como curiosidad exótica, alguna vez se ha visto algún mini Cristiano Ronaldo de blanco o rosa o algún representante del Atlético de Madrid (que nunca sabe qué nombre de jugador poner, porque no le va a durar más de dos años… y eso cuando tienes 10 es un drama).

En ocasiones, para desesperación de la producción televisiva y por supuesto el dueño del bar de la esquina y su inútil cartel de “prohibido jugar al balón”, se juegan a la vez tres o cuatro partidos. Así tenemos por el mismo precio otro deporte, este de riesgo: cruzar la plaza sin verse arrollado por una turbamulta de Neymars junior. 
“A menor edad, más minutos te toca chupar portería” parece una regla fija. Y se ve esfuerzo y algunos detalles de calidad, con regates a rivales, perros, la señora del quinto que recuerdan a Maradona contra Inglaterra o Ronaldo (el gordo, que era el que molaba) contra el Compostela; y tiros a puerta dignos de un pelotón de fusilamiento. Claro, ya podrán con los cancerberitos. 

Pero el tendedero, la lavadora, las macetas y yo coincidimos en cabrearnos y pasar del partido cuando vemos que en el partido alguien intenta ¡engañar al árbitro! ¡Pero si no hay! Pero igualmente, y como ven en la tele del bar o en rojadirecta hacer a sus ídolos, se tiran al suelo a fingir faltas al menor roce, mientras se agarran el tobillo, o la rodilla, o las dos a la vez haciendo la croqueta. Y así logran… ¡perder tiempo! Algo valiosísimo en un partido donde el único reloj es la luz del sol… o que vengan su padres/madres/tutores cabreados porque se enfría la cena a indicar el pitido final. 

Cada quince días, a unas calles se juntan 15.000 amantes del fútbol para ver jugar a otros, mientras los partidos del “Mi Plaza Stadium” continúan, ajenos a las Jemezadas de turno. Incluso en verano, cuando “la roja” pretende repetir gestas que sin Xavi van a repetir cuando yo te diga, el bar saca a la terraza una tele enorme para que más amantes del fútbol vean mientras pagan a precio de oro unas cervezas y unos panchitos a los millonarios orgullos de la nación. Y ay del FC Barcelona, el Barcelona Guayaquil, el Real y el Atlético como uno de sus balones tire una de las jarras de cerveza de los amantes del fútbol. Los días de fútbol está prohibido jugar al fútbol. 

martes, 16 de junio de 2015

¿Y dónde estabas tú cuando el Tamudazo del Rayo?

No voy a colgarme medallas sentimentales que no me corresponden. En fútbol soy simpatizante de varios equipos, sobre todo Atlético de Madrid y Rayo Vallecano, pero no SOY de ninguno en ese sentido de "amor verdadero" que mucha gente siente.

Es algo que me ha permitido disfrutar de grandes momentos futboleros... si bien con algo de distancia que me permite darte cuenta de lo ridículas y necesarias a la vez que son esos momentos de euforia colectiva...

Uno de esas lo recordaba a raíz de una conversación en el muro de Facebook de Carlos Sánchez Blas (durante años y entre otras cosas la voz desde "Vallekanfield" en Onda Madrid) sobre el "Tamudazo" franjirrojo que describe Quique Peinado en su reciente libro "A las armas" (segunda vez que lo menciono en el blog, le voy a tener que pedir royalties). 

Aquel gol que valió la salvación del Rayo en el minuto 92 de la última jornada de la temporada 2011-12 de uno de los pocos futbolistas que pueden presumir de haber ganado títulos en su club de formación. Aquel gol de Tamudo, es de esos goles que recuerdas toda la vida donde lo viviste.

Para mi, al estilo del gol de Iniesta, el cabezazo de Sergio Ramos, o Diego Forlán de doblete en Hamburgo. Goles, todos, que no viví en el estadio y que, cual magdalena de Proust, a mi que soy algo más terrenal, me saben a cerveza.


El "Tamudazo" del Rayo lo viví en Vallecas, el barrio madrileño en el que me he dejado adoptar hace ya un lustro. Ya desde antes de vivir aquí he ido a menudo al estadio. Siempre me gustó el club, de chaval me dejé atraer por todos los topicazos de clase obrera, antifascismo, Ska-P, "todos los fachas fuera de mi barrio" y tal; y fardo de falso pedigrí llevando al campo mi camiseta, que tras 20 años por fin es de mi talla, con la publicidad de flan Dhul. 

He visto partidos en primera, en segunda, y en segunda B (en todas las categorías contra la UD Las Palmas, por cierto). Y casi siempre con entradas de acompañante de abonado y cosas de esas de gorrones... pero aquel día contra el Granada era imposible.

Fuimos a verlo a un bar, a una terraza con tele de una calle paralela al fondo - en Vallecas no hace falta especificar qué fondo, ¡el único que tiene grada!. Un bar rayista: los bocatas tenían nombres de jugadores. Debe ser un coñazo cambiar la carta cada año. 

La gente se iba poniendo nerviosa, claro. Al final la escena era un grupo de desquiciados de pie frente a la pantalla gigante observados por un grupo de gente en las mesas de la terraza. Yo, claro, estaba en el grupo de los desquiciados, cerveza (¿o era "kalimotxo", para hacerlo más rayista todo?) en mano. Mi chica, faltaría más, entre quienes estaban en las mesas, supongo que mirándome su media sonrisa de "qué bien se lo pasa con sus tonterías, déjale". 

Uno de los desquiciados llevaba unos cascos, quizá oyendo a Blas en Onda Madrid, y nos chafaba cada ocasión que se veía por TV en aquellos infartantes últimos minutos.  

Pero justo en el gol se quedó callado. 

El estadio ya había rugido. Los de las mesas lo habían oído.

20 segundos después, rugimos nosotros. Abrazos entre desconocidos (salvo a de los spoilers, le odié mucho), saltos, gente llorando, todos empapados... y yo contentísimo y rugiendo como uno más. 

Hasta fuimos a la fuente de la Asamblea, compramos birras a los lateros y vimos a ¿Pachón? petar una bengala... aunque luego no fue una noche especialmente larga.

La adrenalina del gol, de la masa, me contagia. Al rato, relativizo todo y me siento muy de "ganar es de horteras", quizá intentando forzar una alegría que tampoco es real, que no es sincera como la que veo en otras personas que sí SON del Rayo. Invitándome a una fiesta que he disfrutado, pero no es la mía. 

Incluso pensaba que sí, que lo mismo el Granada bajó los brazos. Que el línier prefirió no levantarlos.

¿Y qué?

Nunca me olvidaré de que el "Tamudazo" lo viví en ese bar de la calle paralela al fondo con un tipo que hacía spoiler de todo... salvo del final. Como debe ser.


lunes, 1 de junio de 2015

Viejos y nuevos conocidos en la Feria del Libro

El pasado sábado me pasé por la Feria del Libro de Madrid. Suelo preferir ir entre semana que hay menos barullo y puedes mirar con más calma los libros, pero ese día firmaban cuatro personas a las que conozco y ver caras conocidas ahí al otro lado, del de "las estrellas", siempre hace ilusión. 

Es curioso e incluso me asusta lo encasillada que está mi vida: a los cuatro escritores les conozco por el entorno Estudiantes... pero  por suerte sólo uno de los libros trataba sobre baloncesto.

Vayamos por riguroso orden de aparición. A Quique Peinado le conozco desde que empecé a ir al Estu y él era el "infiltrado" de la Demencia en la prensa del baloncesto. Entonces ya escribía como ahora: como quiere y de lo que quiere, pero sin innecesaria pomposidad. 

Ahora que es "el televisivo" (y el radiofónico, y el escritor y...) acaba de sacar con Libros del KO un librito sobre el Rayo Vallecano. "¡A las armas!" que se llama y tanto el título como la imagen portada son ya toda una declaración de intenciones. 

El libro en cuestión está dentro de la colección "Hooligans ilustrados" y llamarlo "libro de fútbol" sería mentir. En esa colección, que ya tiene libros sobre el Real Madrid, el Atléti, el Betis, el Zaragoza, el Sevilla... o el Logroñés y el Castellón, prima lo autobiográfico, al estilo "Fiebre en las gradas" y por ahí van los tiros de un libro que se devora en un pis-pas y donde Quique, tan acostumbrado a contar la vida de otros en miles de entrevistas, cuenta la suya con el Rayo como excusa. 

Jacobo Rivero siempre ha estado en todos los fregados, y precisamente de uno de esos nos conocemos: le entrevistamos sobre el CD Lavapiés en el programa de radio "La Pelota Naranja" hará como una década. El baloncesto nos volvió a cruzar en multitud de proyectos estos años.

Y mola ver que su trayectoria los últimos años es un gran ejemplo de ese dicho tan castellano de "a Dios rogando y con el mazo dando" y que supo, por seguir con frases hechas "estar en el momento preciso en el sitio preciso" y sacó al mercado ya el año pasado el primer libro sobre el fenómeno político que ha venido -en principio- a cambiarlo todo: Podemos.

Y de nuevo sobre la formación que lidera Pablo Iglesias va el nuevo libro que estaba firmando el bueno de JKB en la caseta de la editorial Planeta: "Podemos. Objetivo asaltar los cielos". 

No voy a tirarme el pisto: aún no me le comprado y cuando nos acercamos a saludarle ya había pasado su hora de firmas... por ese sábado, que va a estar más días en la Feria.

Tampoco me acerqué a que me firmara Guille Ortiz su último libro baloncestero, el didáctico y necesario "Historia de una rivalidad" en la caseta baloncestera por definición que es la de Ediciones JC.  Ya había estado en la presentación del libro hace unas semanas (y tengo pendiente hablar de ella) y la verdad es que la feria estaba agobiante.

A Guille he tenido oportunidad de conocerle precisamente por eso: escribe un libro sobre el Estudiantes, el famoso "Ganar es de horteras", y le entrevisto en EstuRadio y desde entonces mantenemos un contacto más o menos fluido. 

Incluso tomamos un café cuando estaba en pleno proceso de producción de esta "Historia de una rivalidad" para comentarme cómo lo llevaba, por dónde iban los tiros y pedirme opinión Y que un tío con su experiencia quiera tener en cuenta qué me parece su nuevo proyecto... me llena de orgullo y satisfacción que diría aquel. 

Y algo así podría ser el caso de Mario Cuesta Hernando. El que fuera, entre otras cosas, parte del equipo de "Planeta Calleja" estaba en la feria (sentado al ladito de Fernando Arrabal, toma nivelón) presentando "Por encima de mi cadaver. Un viajero sin paciencia por Siria, Líbano y la Turquía kurda",  un libro de viajes por esa zona tan caliente del mundo de la que solemos hablar sin saber. Él no. 

Es un caso curioso: no nos conocimos físicamente hasta este sábado en la feria. Antes pues dio la casualidad de que cuando llamó a las oficinas del Magariños para contar que había sacado un libro de viajes, que en la parte de Estambul hablaba del Estu (tenéis un fragmento de ese capítulo aquí), que si nos interesaba comentar algo... que fui yo quien cogió el teléfono. 

Me encanta poder fomentar la parte cultural del club y de la afición, me gusta constatar que el sueño del demente profesor de latín del Ramiro sirve de inspiración para mucha gente que se acuerda de él cuando no viene a cuento. 

Y qué carajo, que me siento muy identificado. También me gano la vida escribiendo, creo que es de lo poco que sé hacer medio bien en este valle de lágrimas.  

Su editorial me había mandado el libro a la oficina, pero iba sin firmar. La ocasión la pintaban calva. Y en esos siempre extraños encuentros con alguien con quien has tratado por teléfono y email, surgió una idea ¿y montar unas jornadas culturales del entorno estudiantil? ¿tendría sentido? ¿sería demasiado endogámico y autofelador o no tirar de esto sería falsa modestia?

Elucubraciones en el aire aparte, ahora tengo un bendito problema: tengo una cantidad tremenda de libros por leer acumulada. Y varios de ellos con ese puntito fetichista que es tenerlo dedicado. 

PD: ¿y cómo se firman los ebooks? ¿te mandan un certificado digital?


lunes, 25 de mayo de 2015

Terminó la temporada, algunas reflexiones sobre EstuRadio

Ayer acabó la temporada de Liga Endesa para Movistar Estudiantes, lo que no significa ni mucho menos que lleguen ya las vacaciones, pero sí acaba la parte más visible de mi trabajo, que es la cobertura de los partidos ACB y lo que le rodea. 

Ha sido mi octava temporada trabajando en el Departamento de Comunicación y Prensa del club Estudiantes; y la cuarta en la que funciona EstuRadio. 

Quiero compartir algunas valoraciones de esta cuarta campaña del proyecto de emisora online que ya de proyecto tiene poco: es una realidad. Lo es gracias al trabajo de mucha gente, entre quienes debo destacar a Marcos Fernández y Fernando García y claro está los departamentos de comunicación y comercial del Estu. 

Pero este va a ser un post algo aséptico, no momento de empezar con los "gracias dios por la música". Datos, datos, datos....
  • este año sólo emitíamos en directo, y nos centramos en los partidos: dimos los 34 partidos, tanto en casa como fuera, de Liga Endesa, además de 4 partidos de pretemporada, otro amistoso en mitad de temporada, 1 rueda de prensa, 2 partidos de LF2 y el "All Star" femenino.
  • dimos 3 partidos de visitantes viéndolos por TV con el formato "fiesta-tertulia" en Autoescuela Lara; y otro más en el nuevo Magariños Café.
  • ¡qué diferencia de audiencias cuando el partido va por TV a cuando no lo hace!
  • son muy destacables las audiencias en partidos como locales que no tenían TV. Ha habido veces que éramos la única manera de seguir el partido en directo, además de Twitter y Jornada Virtual.
  • se ha creado la rutina: el seguidor del Estu ya sabe que si hay partido ACB, hay EstuRadio.
  • cuando el club visitante o ACB han ayudado desde sus redes sociales, se ha notado bastante.
  • el reto es ser compatibles con la TV, la diferencia de audiencia si la hay es muy muy muy grande
  • TOP 5 de audiencias:
    amistoso en Albacete vs Real Madrid
    en cancha del Montakit Fuenlabrada
    en cancha de Unicaja
    en cancha de Gipuzkoa Basket
    en casa contra Unicaja

    Todos ellos, partidos sin televisión. 
Conclusión final, muy personal. La radio es el medio con más magia que hay, esa tensión, esa sensación cuando el oyente interactúa, esa aureola cuando eres los únicos ojos de miles de personas interesadas en qué pasa en una cancha...

...pero sinceramente, si estuviera garantizada una cobertura televisiva fiable, aunque fuera sólo online, EstuRadio perdería su sentido. 

El año que viene... pues será otro año.
Foto: Edu Candel (Agencia LOF)

miércoles, 20 de mayo de 2015

#F4Facts, los euro-bocados de la Final Four (y 2)

Vamos con la segunda entrega de mis impresiones desde dentro pero a la vez desde la barrera de la fiesta del baloncesto que es la Final Four de Euroliga, con estos "euro-bocados de la Final Four". 

Magariños capital del mundo
Del mundo del baloncesto base, se entiende. El templo del basket de formación que es la sede del Estudiantes acogió todos los partidos salvo la final del "Adidas Next Generation Tournament", el nombre comercial del torneo de categoría junior masculina que organiza Euroliga. Y el ambiente que se vivió en el "Magata" esos tres días fue, realmente, de auténtico lujo. 

Siendo sinceros...
Desde Estudiantes se dieron todas las facilidades del mundo a Euroliga para la organización del torneo, incluyendo el traslado de entrenamientos tanto del primer equipo (¿y si en Manresa nos hubiéramos jugado algo?) como de toda la cantera. El gran jefe euroliguero, Jordi Bertomeu dijo que celebrarla en el Magariños era "un tributo a un club al que nunca se le compensa lo suficiente por todo lo que ha hecho por nuestro deporte".

Y sí, desde Estudiantes se percibió como una oportunidad acoger un evento de este nivel, lo comunicamos así ("Magariños epicentro del baloncesto junior europeo" titulamos en clubestudiantes.com) y creo sinceramente que todo el club está muy orgulloso tanto de su histórico pabellón, a punto de cumplir 45 años, como de que fuera el pabellón elegido para este torneo. 

Pero no nos engañemos. Si no hubiéramos estado orgullosos, si hubiera supuesto un problema, si la disposición de Estudiantes a colaborar hubiera sido otra... hubiéramos tenido que acatar con el "tributo" igual. Magariños no es propiedad del Estudiantes, aunque tenga una concesión para su uso y explotación comercial de determinados espacios. Es de la Comunidad de Madrid, sponsor institucional  de la F4 y no hay muchas más instalaciones de propiedad regional que puedan acoger un evento así. 


No me pidáis nombres...
De jugadores destacados. Metería la pata. Tengo un ojo terrible para el talento joven (a Nacho Guigou en un circuito Sub20 le comparé con Ricky Rubio y... no, lo normal es que no sepas quien es. Lleva retirado un par de años) y más allá de la obviedad de Luka Doncic no voy a acertar ninguno. 

Os recomiendo para eso, para saber quiénes marcaron diferncias en el NGT que sigáis la cobertura que hizo Mario Gómez para Solobasket. Increíble. Posiblemente sólo él y un señor que se parecía a Obradovic al que casi pido un autógrafo y todavía no sé quién es vieran todos los partidos. Y que el de seguridad no le dejaba pasar el primer día...

Seguridad
...aunque bueno, hubo un día que los de seguridad no dejaron pasar a un equipo completo. En el Ramiro es que no llama la atención ver a niños altos. 


¿No más partidos por la mañana?
Eso canta la Demencia cuando los partidos ACB caen en domingo a las 12. Pero lo del Magariños a rebosar a las 9 de la mañana no era Demencia, era locura. Estrella Roja y, claro está, Real Madrid fueron los equipos que más público arrastraron. Incluyendo un ¡jueves laborable!

Palco VIP
Las oficinas del Estu, que para quien lleve mucho sin ir al Magata ocupan el espacio de lo que en su día fueron las gradas superiores del templo de Serrano 127, fueron un Palco VIP de primerísimo nivel. Tras las cristaleras y con los serbios destrozando a los bosnios dándonos titulares de los años 90, terminé de tarea de previa de jornada ACB (¿por qué demonios no se aplazó esta jornada 32?) acompañado de Fran Guillén, David Sardinero, Andrés Monje y, si será freak, el valenciano Juan Carlos Villena; componentes habituales de la tribu de la prensa baloncestística. 


¡Qué falta hacía el bar!
El NGT si las obras del "Magariño´s Café" no hubieran terminado a tiempo habría sido otra historia. Aunque se hicieron un "buzzer beater" para culminar algunos elementos del nuevo bar-restaurante del Magata, estoy seguro de que más de un contrato se cerró entre cañas y paellas (de las que se reía el valenciano, claro) viendo el all star de agentes, entrenadores, directores deportivos y jugadores que se dejaron caer por la cafetería. 

¡Ay, morbosillos!
Me extenderé más otro día, pero me mola que para los aficionados más radicales del Real Madrid de basket el hecho de hacerse notar en el Magariños  (pegatinas incluidas) les dé una suerte de morbillo transgresor. Que la hinchada del equipo campeón de Europa se acuerde del 13er equipo de la ACB significa que sí, que pese a los malos tiempos, Estudiantes es un grande.

En esa misma línea, los tan insistentes como vagos twitteros merengues que buscaban la felicitación por el título en el TL de @clubestudiantes , como si cuando has ganado lo máximo a lo que puedes aspirar como club en basket FIBA eso tuviera la menor importancia. Pueden seguir buscándola: estaba en la página web y no en Twitter, que lo principal el día que has jugado tú es tu partido. 

Es leyenda
Tanto en Magariños como en Palacio coincidí con un tipo que cuando yo estaba empezando a andar él andaba en Estados Unidos cubriendo el debut de un tal Michael Jordan. Máximo respeto por Don Miqui Forniés, ex jefe de prensa de mi querido Joventut de Badalona y una leyenda para todos los miembros de la tribu de la prensa de baloncesto.

Tuve el lujo de poderle entrevistar para el libro final de "Tú al Ramiro y yo a Badalona", unos 20 minutitos que supieron a poco. Por ponerte los dientes largos a ti que estás leyendo esto, algunas historias: ha cubierto 5 mundiales junior, le tocó gestionar el debut de Ricky Rubio sin poder atender a medios cuatro años, dice que su mejor foto de basket es un mate de espaldas de Nate Robinson y tiene muy claro cuál es su peor momento profesional: su despido de la Penya.

Qué acierto la final en Palacio
Que la final del torneo junior se dispute en la misma cancha que por la tarde la de categoría absoluta es un acierto tremendo. Creo que no se terminó de anunciar bien (¿era gratis, no lo era?) pero aún así se superaron las expectativas de asistencia de público y tuvieron que abrir más gradas del Barclaycard Center de las previstas.

El 69 gana al "sí se puede"
Mi comentario técnico sobre la final del NGT se limitará a decir que aunque parte del público madridistas coreó el gafe "sí se puede" cuando antes del descanso los pequeños merengues iban cayendo ante Estrella Roja, el Real Madrid logró antes el punto 69. Por lo que, aunque los plavis tuvieron triple para forzar la prórroga, una de las dos maldiciones no podía cumplirse. Por narices.  Y le tocó a la del "sí se puede".

Demente, la copa, se mira y no se toca
Tras la final casi me lían. Al felicitar por el título al preparador físico de los juniors del Real Madrid, Carlos Sosa (ex compañero en el Estu y al que nadie puede echar en cara haber cambiado de acera aunque nos dé mucha penita) en la puerta del bar Victoria, casi me incluyen en la ronda de cervezas. Quita, quita... (bueno, en realidad es que ya me había tomado otra con otros colegas y tenía que irme a seguir con el baloncesto)

Workers tercer cuarto
Hay quien llega tarde al basket aposta porque sabe que la chicha se decide tras el descanso, y aunque no termine de compartirlo no me queda más que darles la razón. Son los "hinchas tercer cuarto". Para la final lo fui de manera obligatoria: llegué a falta de 4 minutos para el descanso y me perdí el Fener-CSKA porque venía de hacer estudio en la cobertura de EstuRadio de la jornada 32 de liga Endesa. La audiencia fue mayor de la esperada, aunque todas las miradas del baloncesto europeo estaban en lo que pasaba en el Palacio y no en las distintas canchas ACB.

El aplauso a Arlauckas
Durante un tiempo muerto por megafonía y videomarcadores fueron presentando a diversas leyendas de Euroliga que estuvieron los días de F4 colaborando en acciones de visibilidad de la competición. Papaloukas, Antúnez, Vujcic... y cuando le toca a Arlauckas, la grandísima ovación de la tarde. Mi teoría es que muchos no habían ido al baloncesto desde sus tiempos y era el único que les sonaba de algo.

Jumbotron
Por cierto, que la idea del Palacio es para la temporada siguiente tener un "jumbotron" del estilo del que se pudo disfrutar en la F4. Ojalá salga ese proyecto adelante. 

En el basket no se estila el periodismo de bufanda
La mayoría de periodistas españoles acreditados querían que ganara el Real Madrid, muchos no sólo porque eso supone más presencia en su medio, sino también como aficionados.

Y en muchos casos se trata de los mismos periodistas que luego cubren habitualmente al Estudiantes y lo  tratan con absoluta corrección, cariño y profesionalidad al Estudiantes.

Y esa gente no fue digna del "Ganar es de horteras" tras el bocinazo final sino que lo principal era hacerlo llegar a sus lectores/oyentes/televidentes. Nada de sobreactuaciones de alegría, nada de bufandas en la rueda de prensa, nada de abrazos y lagrimitas. Sonrisa y a currar. La prensa habitual del basket, incluyendo amateurs, es así. Tiene sus preferencias, porque quien cubre al basket casi siempre es porque es aficionado desde pequeño, pero respeta a su lector.

Y me dejo historias, claro, pero... no quiero aburrir tampoco con mis batallitas euroligueras. Que hay mucho más y el show debe continuar.  



martes, 19 de mayo de 2015

#F4Facts, los euro-bocados de la Final Four (1)

Por Twitter, en el fragor de la batalla -vista sin presión desde la barrera- ya publiqué algunas impresiones que me iba causando la Final Four de Euroliga que se disputó el pasado fin de semana en Madrid y que acabó con 20 años de sequía en "su" trofeo de la sección de baloncesto del Real Madrid. 

Ahora, un par de días después y con más calma, comento algunos de los detalles que me llamaron la atención. Con el formato de los "Bocados de la jornada" que cada lunes publico en www.clubestudiantes.com pero hablando, ¡oh pecador! de otros equipos. Incluyendo, sí, al "otro", al que para algunos no debe ser nombrado si no es con una palabrota delante. 

Quitarse un peso de encima
El Real Madrid se quitó un peso de encima este domingo. Se pasaron 15 años sin llegar a una Final Four y después lo hicieron rutina para no llegar a hacerse con el título, algo que para otros clubes sería la repanocha. Pero para el Real Madrid no: es una entidad con el único objetivo de ganar todo en lo que participe . Y si el equipo de fútbol acaba de certificar una temporada en blanco, más. Fueron, sin duda, merecidos ganadores. Los que más quisieron el título de principio a fin. 

Old rockers never die
En las semifinales el gran protagonista fue Vassilis Spanoulis. De la maravillosa quinta del 82, 33 primaveras que hará en agosto. Y en la final - tras marcarse también unas semis magníficas- Andrés Nocioni, que en noviembre cumplirá 36 años y fue el inapelable MVP de la F4. Venga, vamos a seguir jubilando a los jugadores cuando se acerca la treintena, venga...


FraCSKAso
Maravilloso juego de palabras para definir la F4 del mayor transatlántico de los cuatro que se dieron cita en Madrid. Ninguno es un club pobrecito que daba la sorpresa, era una fiesta de millonarios y todos tenían argumentos para poder llevarse el título. Pero el CSKA era, por nombres, presupuesto y trayectoria, el buque de más eslora de Madrid 2015. Y fue un Titanic que se topó con un iceberg de sobra conocido: Vassilis Spanoulis.

Por twitter, durante el partido, comenté que cómo se decía "caca" en ruso, que es lo que se estaban haciendo los moscovitas cuando los del Pireo iban recortando diferencias en los últimos minutos. Alguien me respondió, siento no recordar quién, "Estambul 2012". Pues eso, una película que ya habíamos visto. 

Spanoulis, el genio
Los genios son así. Y hay que quererlos de esta manera. Se planta en el último cuarto de la semifinal con un horroroso 0/11 y acaba eliminando él solito al CSKA; y llega a la finalísima como el hombre a seguir y aún estamos esperando que aparezca. Qué infancia más difícil va a tener su cuarto hijo...

 De recuerdo de esta F4 me queda esta foto de Javier Barbancho del triple decisivo de Olympiacos en la que tengo el tremendo orgullo de aparecer. Sobre el brazo de De Colo. Y me la pasó a alta calidad para poderla colgar en mi habitación como un recuerdo muy especial. 


Casticismo
Perdónenme la demasiado castiza expresión, pero la F4 se jugaba en Madrid en pleno San Isidro así que está permitido. "Con buena picha bien se jode", pero es tremendo el provecho que se puede sacar del Palacio de Deportes, del Magariños y en general de las tremendas instalaciones deportivas que tenemos en Madrid invirtiendo en ellas.  Increíble. El Barclaycard Center en el que trabajo cada 15 días resultaba irreconocible y no tenía nada que envidiar a los Arenas NBA. Hasta en el volumen. Y eso que los amigos de Gaes no eran una de las empresas patrocinadoras. 

A lo grande
Hablando de patrocinadores. Si moverán dinero y entenderán la importancia de cuidar las necesidades de quien pone la pasta que tenían un fotógrafo de la talla de Edu Candel - quien tenemos el honor de que, a través de Agencia LOF, sea el "fotero" más habitual en partidos y eventos varios del Estu- sólo para hacer fotos de los diversos soportes publicitarios. Desde las típicas vallas a las gorras de campeones, ahí nada está dejado al azar. 

Se aprende mucho viendo cómo se lo montan los que tienen medios... pero tampoco hay que obsesionarse con igualarlo, compararse continuamente y llorar de "qué poco tengo, no puedo hacerlo", sino ver qué se puede adaptar a cada realidad. 

Es como cuando en los cursos de marketing digital te cuentan cómo hacen marcas molonas multinacionales. Sí, vale, qué guay. Cómo adapto eso a la mercería del barrio o al pequeño negocio familiar. Ese es el reto. No todos podemos ser, por seguir con el símil náutico de antes,  transatlánticos. Podemos ser dignos y profesionales barcos de pesca. 


La invasión otomana que vino de toda Europa
Los datos oficiales decían que Fenerbahce había vendido un millar de entradas. Pocas me parecían para ser la primera F4 de su historia. Una vez en el Palacio se vio que ese dato debían ser los hinchas turcos desplazados con las entradas del club, porque desde luego, durante los minutos iniciales de su semifinal contra el Real Madrid, los locales fueron ellos. 

Y es que el Fener tiene como uno de sus lemas ser "un club con 25 millones de aficionados", y claro está todos no pueden ser de Estambul... que tiene 15 millones de habitantes.  Muchos de los hinchas de los "canarios amarillos" están repartidos por toda Europa y en la F4 lo pudimos ver fijándonos en detalles como la bandera del Sheffield United inglés que llevaba uno de los hinchas más animosos del sector de los ultras del Fener, en camisetas de la selección alemana de otros tipos con bufandas azules y amarillas en el lateral y un sinfín de detallitos así.

Futboleradas
Mucho cachondeo ha habido después con el "ahora que habéis perdido la liga de fútbol cuánto sabéis de basket" pero la verdad sea dicha: los cuatro clubes que disputaban la F4 eran -cada cual con un modelo organizativo diferente y un contexto propio- secciones de clubes de fútbol. Y en Madrid hemos visto muchos dejes importados del deporte rey. Algo que tampoco es malo per se. Soy el primero al que le gusta el deporte del balón en los pies. 

Pero ay, es que no me gusta nada ese rollito de ir al baloncesto con la camiseta de fútbol. No quiero ponerme elitista que me paso el día clamando por un basket para todos, pero... ¡es tan paleto! El Real Madrid y Adidas, para alegría de MMT y Teka, han logrado ir creando una cultura de "al baloncesto con la camiseta de Llull, no con la de CR7" aunque para esta cita alguno desempolvase la de Hugo Sánchez para que pusiera Teka. Pero sobre todo entre turcos y griegos... ¡ no veías una puñetera camiseta sin mangas!

Y hablando de futboleradas, la que menos mola, ultrismos del rollo de "te quito la pancarta y me hago fotitos". Esto no son ultras del Olympiacos hermanándose con Berserkers...








Pancartas ignífugas
Por cierto, si hay algo que odio en la vida es la doble moral. Y por eso me parece tan ridículo que en la misma cancha de la F4 a la Demencia no se le deje meter pancartas "que no estén hechas con pintura ignífuga" y la seguridad retirara bufandas con la calavera Garibaldi porque "las calaveras incitan a la violencia"; y en la F4 los hinchas de todos los equipos colgaron lo que quisieron, calaveras menos simpáticas que el esqueleto de ciencias del Ramiro incluidas.

Y no pasa ni media porque la violencia no son esas pancartas. La violencia es el que se pega; y un modo de evitarla es teniendo algo de manga ancha, como muy responsablemente supieron ver los encargados del dispositivo de seguridad en estos días. 

Y para mañana me dejo una segunda entrega con prensa, el torneo junior en Magariños y el componente de morbo que más de uno encontró con la F4. 

A por ello pues. 

jueves, 14 de mayo de 2015

Final Four en casa, sin presión y desde la barrera

La Final Four de "Turkish Airlines Euroleague",  Euroliga para los amigos, se juega estos días en Madrid. En dos de mis casas profesionales, lugares donde he echado horas y horas de trabajo, baloncesto y también ocio: el Magariños y el recinto anteriormente conocido como Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.

Tengo la fortuna de haber sido acreditado por Euroleague Basketball para asistir como prensa a los partidos y eventos paralelos que una cita así tiene.

No, mi club no está. Por lo cual, puedo vivirlo desde la barrera.

Iré twiteando con #F4Facts las impresiones que me vayan causando estos días de baloncesto.



martes, 5 de mayo de 2015

Lo que publicas en redes tiene consecuencias: los casos de Extremadura, Ballantine´s y el canterano del Estu que va al Bernabéu

Tres casos de esta misma semana, a tres niveles muy diferentes, que nos muestran la importancia de ser responsable con lo que se hace en redes sociales. 

El timo de Twitter: un equipo extremeño se clasifica para los playoffs tras engañar a su rival con un tuit falso
(Vía Voz Populi)
Lo explican muy bien en el artículo, pero en resumen es que un equipo de fútbol de la Regional Preferente de Extremadura llegó a la típica última jornada en la que de tu resultado dependen también otros equipos. Publican un tweet falso diciendo que van perdiendo 0-2 al descanso; la noticia llega a uno de esos equipos que dependían de su resultado, se relajan y empatan porque con los otros perdiendo les valía... y ¡ay amigos que os la han colao!

Luego el CD San Serván, el club en cuestión, borró el tweet del resultado falso, puso cómo iban de verdad,  y se disculpó porque no habían contrastado la información.

En "Hoy" contaron, copio literal  “explican que el chaval que lleva las redes sociales no se desplazó al partido y que realizó una llamada para ver cómo iba el resultado en Alburquerque. Entonces, unos chavales le gastaron una broma porque venían de la feria del pueblo. Le comunicaron el resultado falso, 2-0, y la expulsión, también inexistente, del portero, algo que tuiteó enseguida el San Serván en su cuenta”.

Unos se creen las explicaciones que da el club. Otros no. Sea como sea, este caso ejemplifica muy bien la importancia de tratar en serio las redes sociales de una entidad, sea o no profesional. 

Entiendo perfectamente que un equipo de fútbol regional no pueda contratar a un "community manager" y tenga "al chaval que lleva las redes sociales" como tendrán al que pinta las líneas del campo o al que cambia el número del marcador del campo. Pero es que en muchas entidades, deportivas o no, muchísimo más grandes, se siguen tratando las redes así, en plan "el chaval que lleva las redes"...

Y claro, luego pasa lo que pasa. Porque lo que pones tiene repercusión. Sea porque te han vacilado tus colegas al preguntarles por el resultado, sea porque eres más retorcido que Maquiavelo y se la has colado al rival... el tweet del CD San Serván ha tenido impacto. 

El community mannger de Ballantine´s ¿despedido por madridista arriesgada campaña viral?
(Vía El Mundo)

Otro caso futbolero. El de Ballantine´s. Ponen en su cuenta oficial en España un tweet animando al Real Madrid para el partido contra la Juventus, muchos seguidores de otros equipos se quejan de que una marca tome partido abiertamente por el club merengue y responden esto. 


Y al rato Ballantine´s saca un comunicado pidiendo disculpas y diciendo que han despedido a su gestor de redes, un tal "Manolo CM". Noticia que recogen hoy casi todos los medios de comunicación, no sólo los deportivos.

Y la pregunta que se hacen ellos es la misma que me hago yo, ¿cagada real de un community manager graciosete y sobrao de los que están tanto de moda en cuentas oficiales; o campaña en busca de viralidad?

Cualquiera de las dos, personalmente, me parece bastante torpe. Para muchos el poso que queda, más tras haber tenido repercusión en medios, es "Ballantine´s son madridistas y se cachondean de los atléticos". Ballantine´s, no el tal Manolo CM si es que existe. 

Sí, ha tenido una visibilidad tremenda, y  muchos retweets y mucho impacto social pero... ¿positivo? Si lo que queremos es RTs pongamos tetas y/o gatitos, pero si queremos mostrar una imagen coherente a lo mejor no tenemos tanto impacto social a corto plazo pero se va creando un poso. 

Jugador del filial del Estu en el Bernabéu

Un último caso, a un nivel mucho más bajo. Ha aparecido la foto de un jugador del filial de Estudiantes animando al Real Madrid de fútbol en el estadio Bernabéu ataviado con la camiseta merengue y todo.

No diré el nombre, por no echar más leña al fuego y porque además en este caso la foto no la subió él, pero en temporadas anteriores otros jugadores y jugadoras, de cantera y del primer equipo femenino (es decir, amateurs o semiamateurs) publicaron tweets celebrando victorias madridistas. 

Y claro, ha habido aficionados del Estu que se les han echado encima porque el Real Madrid es el eterno rival. No millares, que esto tiene el alcance que tiene. Pero los ha habido. 

La cuestión de fondo no es la libertad de cada cual de ser aficionado del equipo que sea, trabaje (o donde trabaje o defienda los colores que defienda). El chaval en cuestión es un currante nato y sí, va al Bernabéu. Como si fuera al frontón Jai Alai a animar a Titín III. Eso no es lo importante. 

La cuestión es  lo que publicas en redes sociales abiertas como Twitter tiene una repercusión, y para ello lo publicas. Porque no lo dices en privado (porque el Twitter con candado es como un ¿por qué no mandas emails?)



Y eso es algo en lo que se debe educar. En el mundo del deporte, más el no profesional que no se es consciente de la repercusión que puedes llegar a tener. , a clubes, jugadores, entrenadores, directivos y también, ¿por qué no? aficionados. Me consta que hay clubes que lo hacen de un modo muy muy estricto, dando instrucciones precisas y con prohibiciones.  

Pero demasiadas veces, como ya he dicho, y seguramente por desconocimiento, se sigue tratando a las redes sociales como esa cosa que de cara a la galería es muy importante porque está de moda pero que puede llevar "el chaval". 

Y así nos luce el pelo, claro. 

Todo en su justa medida. Creo también que un Tweet, por muy oficial que sea, jamás de los jamases debe sustituir a un buen artículo, a la crónica, a la fotografía, a la web, a la revista de club, al vídeo, a la nota de prensa oficial... pero en una cuenta oficial es algo muy serio porque quien habla ahí no es la persona que está tras el teclado: es la entidad. Pero eso ya daría para otro tema.



PD: Consejos vendo, que para mi no tengo. A veces hablo de más en mi cuenta personal. Hablo de política, de humor negro, de otros clubes... y aunque sea mi cuenta personal si voy con nombre y apellido soy también la empresa en la que trabajo y con las que colaboro. Pero la cosa creo que tampoco va de renunciar a ser uno mismo, sino de ver qué parte de ti te interesa airear...sabiendo que lo  mismo alguna puerta te cierras).