domingo, 25 de diciembre de 2016

Club Estudiantes, 10 años de baloncesto

Mira que tengo localizadas efemérides varias relativas con el club Estudiantes de baloncesto... pero ésta me bailaba. No sé el día exacto en que empecé a trabajar en él. Pero sí que rondaba por estas fechas, antes de la navidad de 2006.

Eso significa que la semana pasada cumplí la friolera de ¡10 años! trabajando en el Estu.

Una buena excusa para echar un pequeño vistazo atrás y recordar al Santi de 24 años que, perdida la ilusión de trabajar como periodista, se iba buscando otras alternativas. Y cómo las casualidades y la inspiración te deben pillar currando. 

Aquel curso 2006-07 estaba estudiando un (decepcionante) ciclo formativo de artes gráficas cuando surgió una oportunidad bonita: la Fundación Estudiantes estaba buscando un becario para ayudar en el proceso de elaboración del libro y el documental de los 60 años del club, que se cumplirían en la temporada 2007-08. Sí, sí, el Estu haciendo algo con antelación. 

Esto es un pueblo y se sabe todo: soy consciente de que fui la tercera o cuarta opción para ocupar esa plaza. Pero creo que lo aproveché bien. Lo que iba a ser un tema un poco funcionarial de escanear fotos y picar hojas de anotadores y textos de periódicos acabó conmigo como ¡coautor del libro "Club Estudiantes. 60 años de baloncesto"!

Un año después, la segunda casualidad me vino a ver: al salirle otro trabajo a quien trabajaba de ayudante en el Departamento de Comunicación , quedaba una vacante para la que cumplía el perfil justo cuando estábamos en el proceso final del libro y mi carga de trabajo era más bien poca. 

El "Que no bajamos", las Copas de Madrid, Bilbao y Vitoria; el año de la Eurocup; tres pabellones diferentes, las dos grandes obras de reforma de Magariños, los estudiantescos descensos deportivos no culminados, un ascenso a Liga Femenina, dos descensos a Liga Femenina 2, dos campeonatos de España en cantera, un ascenso a LEB Plata,  los 25 años de la cantera femenina y los 20 del aniversario de Estambul y Granada´92, un par de drafts NBA, una venta al Real Madrid, chicos de los que has escrito en la sección de cantera debutando en ACB (alguno con el Real Madrid precisamente...), algunos de esos que debutan en ACB asentándose, una radio online, un delfín de ida y vuelta, un videomarcador, demasiados obituarios... 

He trabajado en esta década con cuatro presidentes de la SAD a los que habría que sumar otros tres nombres diferentes presidiendo Club y/o Fundación dentro de esta santísima trinidad de unidad de destino en lo universal que es el Club Estudiantes de Baloncesto.

He trabajado con seis directores deportivos, nueve entrenadores jefes del equipo ACB; tres del femenino y cuatro del filial EBA.

Y he tenido que cuidar que el nombre del equipo fuera debidamente acompañando por cuatro apellidos comerciales diferentes; con estrategias de patrocinio además muy distintas. 

El baloncesto ha pasado de verse en televisión en abierto pero sólo dos o tres partidos a la semana a verse toda la jornada en internet y tele de pago.

Las necesidades comunicativas de cualquier entidad deportiva de un mínimo nivel han pasado de ser el tridente previa-crónica-parte médico a tener que contar todo al detalle y al momento a través de las redes sociales.  

Y para hacer esas tareas he estado acompañado de modo directo por cerca de una veintena de personas en esta década.

... como veis, no pongo nombres propios. Han sido tantos en esta década que temo olvidarme de alguno. 

Aunque no quiero dejarme fuera de este rollo una última reflexión y agradecimiento. 

Trabajar en el club del que eres aficionado desde la adolescencia puede parecer un sueño. Y con respecto a eso, no me quejo. Me gusta lo que hago. Me apasiona.

Pero esto es un trabajo, y por lo tanto creo que por pura salud y conciliación estoy obligado a poner un mínimo de distancia sentimental. Pensar y actuar con la cabeza y no con el corazón. 

...aunque qué le voy a hacer si al final aún siento un gusanillo sin sentido al quedarme quieto en una esquina del Magata y miro hacia el antiguo marcador con el escudo del Ramiro. Si a veces aún me quedo mirando las fotos de hitos de historia del club que yo mismo seleccioné que hay en un pasillo.

Y como he visto pasar tanta gente, y como entiendo ese sentimiento, creo que mis auténticos jefes al final son quienes siempre van a estar ahí. Esos "clientes" diferentes a los de cualquier empresas, esos que sienten esto como algo propio y no sólo como un producto más.

La Demencia,  Impresentables,  la Emilio Segura,  la 16J, la Hotzgailua de Bilbao o  la Garibaldi de Asturias, o quienes no se identifican con ninguno de esos grupos pero son igualmente del Estu...

Son y deben ser siempre los mayores críticos con el que trabajo que hacemos dentro.  Y con uno tan visible y a veces desagradecido como el mío casi siempre he recibido cariño y comprensión.  


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