Hoy he sido profesor. Sí, sí. En serio.
El periodista de Radio Marca Raúl Varela nos pidió, gracias a la mediación de mi compañera Eire García, a Marcos Fernández y a mi dar una charla sobre EstuRadio, redes sociales y otros puntos de mi trabajo a sus alumnos del Curso de Narración del Centro Universitario Villanueva, adscrito a la Complutense.
No hubo demasiado tiempo para preparar la charla y… ¡menos mal! Si lo llegamos a llevar preparado en lugar de pasarnos tres cuartos de hora del tiempo que Raúl nos cedía, nos quedamos ahí a vivir. Los alumnos –y muchas alumnas, posiblemente al 50%, para que luego digan que la radio deportiva es cosa de tíos- muy participartivos e interesados en lo que estábamos contando.
Raúl pidió que pusiéramos el acento en mostrarles que “Manolo Lama sólo hay uno y le queda cuerda para rato” y que ganarse la vida narrando finales de Mundiales de fútbol no es una salida laboral realista. Pero que hay otras oportunidades, otros nichos de mercado, por explorar. Y las radios oficiales de clubes, o temáticas sobre un deporte con menos seguimiento, puede ser uno de ellos.
No quise engañar a nadie y expuse al alumnado las dificultades reales que esto tiene. Empezando por las técnicas –sí, es fácil montar un estudio de emisión de batalla… pero tener Internet de calidad sin cortes un pabellón no- pero también las económicas y de cómo la imaginación ha tenido que suplir demasiado a menudo la falta de medios… con las consiguientes chapuzas que les hemos confesado. Si luego las publican en algún lado lo negaré siempre.
De lo que más hablamos, que al final el tema conseguimos que fuera una conversación más que una aburrida charla magistral, es de las ventajas e inconvenientes de ser un medio oficial, un medio de club, de ser totalmente “periodistas de bufanda”.
Les llamó la atención cómo pese a la pasión que se debe transmitir por radio, tenemos muchas veces que mordernos la lengua, medir lo que decimos, no hacer sangre ni pasarnos de graciosos… porque nos escuchan, entre otros, nuestros jugadores, los jefes… ¡o los parientes! Y hay veces que cualquier nimiedad se toma como ataque “desde dentro”.
Pero también les expusimos que pese a ser medio oficial hay que ser honestos y no tratar al aficionado como idiota acrítico: si te están metiendo de 20, no puedes decir “estuvimos ahí”. De cómo no se puede rajar del árbitro ni del rival porque estás representando a tu club por lo que debes siempre respetar. De los subterfugios que usamos para decir que alguna acción no nos ha gustado (“la grada protesta porque considera muy rigurosa la falta”).
Y muchas más cosas sobre los que podría tirarme horas y horas hablando porque EstuRadio en estos 4 años y pico ha dado muuuuucho juego. La verdad es que es un auténtico placer poder explicar a futuros periodistas deportivos mi experiencia, que con la tontería ya va siendo de tres lustros; y al revés: ver por dónde van sus inquietudes. En esta profesión hay que estar como decía aquel viejo lema scout: “siempre alerta”.
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