Nací el día que Argentina y Bélgica empataban a 0 en el Camp Nou en el Mundial de Naranjito. Con esto voy a que en los 80 no veía baloncesto sino La Bola de Cristal y aún tardarían un tiempo Chicho Terremoto y la Caja Postal en meter las canastas en mi vida. Todo lo que sé de la rivalidad Bird/Magic es por lo que cuentan los cronistas. Y los cronistas de la época.. nos dan mil vueltas a los de ahora. Han logrado que veamos esa época con la devoción del que sabe que eso es muy grande.
Como jugador tal vez me pegaría más ser Magic: la imagen que tengo de él es la de un genial gordo sonriente. Y eso que mi recuerdo suyo quizá sea más de cuando vino al centenario del Real Madrid que el del showtime Laker.
Pero por culpa de los Dropkick Murphys y su adictivo punk folk; y porque me tira ese rollito de "garante de las tradiciones" que venden los Celtics... abracé la fe de los orgullosos verdes. Por lo que no podría reconocer nunca en público que prefiero a Magic que a Bird, que me parece un tío algo soso. Como la ciudad de Boston, imagino. Es lo que tiene ser la cuna de la tradición.
Este es el texto completo del que Ignacio Pato toma algunos fragmentos para un artículo en Playground Magazine sobre esta rivalidad entre Bird y Magic. Las preguntas eran "¿Qué significó para ti la rivalidad Bird/Magic en los 80? ¿Cuál te gustaba más o con quién ibas y por qué? ¿Qué crees que simbolizaban ambos?"
Y creo que, para no haber visto jugar a ninguno cuando tocaba, que era en directo, he resuelto bien el tema. Un placer además compartir columna con Quique Peinado y Nacho Ballesteros.